Un sitio en el Norte de Argentina, hace aproximadamente 30 años atrás durante un IIC.
Un estudiante preguntó:
¿Puedes decirle al General que nos muestre su tul favorito y que lo realice, por favor?
Le respondí: “Esa no es una pregunta; por favor, siéntese …”
Entonces, el General me preguntó: ¿Qué dijo? y le respondí: “Nada importante, General …”
El General insistió: ¿Héctor, que es lo que dijo? (Como si hubiese entendido la pregunta, aunque no hablaba español).
Respondí con la cabeza baja: el alumno pregunto si usted nos puede mostrar su Tul favorito.
El General respondió, “Porsupuesto! Ahora mismo.”
Estaba sorprendido, y mi cara debe haber sido indescriptible.
El General camino hasta el centro del area donde estabamos, se para en posición de una pierna (Waebal Sogi, posición en una pierna) y permanece inmóvil durante al menos 30 segundos.
Él dijo, “este es mi Tul preferido, el equilibrio, y el equilibrio entre mi cuerpo y mi mente”.
Después de un gran aplauso, todos aprendimos el significado de la posición en una pierna (Waebal Sogi), y yo, quien era uno de los que más aplaudía, mi alma volvió al cuerpo.
Otro momento memorable fue en 1981 durante la 3re Campeonato del Mundo, en Chaco, Argentina.
En ese tiempo, el General era considerado un comunista por la propaganda de Corea del Sur, y porsupuesto, la embajada en Buenos Aires también.
Estábamos en el lobby del hotel en Resistencia (Chaco), saliendo al torneo cuando de repente vimos entrar a tres Coreanos vestidos de traje.
Inmediatamente le pregunté al GM Dacak: ¿Sabes quienes son?.
Él respondió: “No, y tienen armas en la cintura”, lo cual pude confirmar rápidamente.
De inmediato hicimos una especie de escudo frente al General.
GM Dacak, GM Trajtenberg y yo, de cara a los Coreanos y les pedimos que dejaran el hotel (afortunadamente había mucha gente en el lobby) y sin decir una palabra voltearon y se fueron.
Aún hoy, no sabemos cual era su verdadera intención sin seguirlos e informar a la embajada o algo más. Pero el General nos llamo y nos dijó: “Ustedes acaban de salvar mi vida”.
Muchos años después (más precisamente 18 años después, 1 más 8 = 9, ¿coincidencia?) en 1999 en el congreso de la ITF en Argentina, en la inauguración del mismo, el General dijo, ¿Saben ustedes porque estoy aquí hoy? y continuo diciendo: Porque en 1981, esas tres personas salvaron mi vida (sin dudas, algunos representantes del congreso recordaran está historia)
Estos son algunos de “mis momentos” con el General Choi Hong-Hi.