Extraído de la Enciclopedia de Taekwon-Do escrita por el General Choi Hong Hi. Volumen 1, página 38 y siguientes.
A pesar de que los orígenes de las artes marciales estén rodeados de misterios, consideramos que desde tiempos inmemoriales hubieron acciones físicas que implicaban el uso de las manos y los pies, para un propósito de autodefensa.
Si tuviéramos que definir estas acciones físicas como Taekwon-Do, todos los países podrían presentarse como los inventores del Taekwon-Do. Sin embargo, hay pocas semejanzas entre el Taekwon-Do que se practica hoy, y las formas primarias de lucha sin armas, desarrolladas en el pasado.
El Taekwon-Do moderno se diferencia mucho de las otras artes marciales. En realidad, ningún otro arte marcial es tan avanzado en lo que se refiere a lo sofisticado y a la eficacia de sus técnicas, o al bienestar físico general que genera en los practicantes.
Es un error pensar que todas las acciones físicas realizadas utilizando las manos y los pies para la autodefensa, son Taekwon-Do, puesto que las teorías, la terminología, las técnicas, el sistema, los métodos, las reglas, el traje de práctica y el fundamento espiritual, fueron científicamente desarrollados, sistematizados y nombrados por el autor. Sólo los que practican técnicas basadas sobre las teorías, los principios y la filosofía del autor, pueden ser considerados como verdaderos estudiantes de Taekwon-Do.
¿Cuándo y dónde empezó el Taekwon-Do?
Un conjunto de circunstancias hicieron posible que se origine y desarrolle el Taekwon-Do. Además de mi conocimiento anterior de Taekkyon, tuve la oportunidad de aprender Karate en Japón durante los tristes 36 años que mi país estuvo ocupado por los japoneses.
Poco después que Corea fuera liberada en 1945, me encontré en la posición privilegiada de ser miembro fundador de las recién formadas Fuerzas Armadas de Corea del Sur.
Así, por un lado adquirí un sentido de creación, mientras que por otro lado recibí el poder para diseminar el Taekwon-Do a través de todas las fuerzas armadas, a pesar de una furiosa oposición.
El surgimiento del Taekwon-Do como un arte marcial internacional en un corto plazo, se debió a varios factores.
Los demonios de la sociedad contemporánea (corrupción moral, materialismo, egoísmo…) han creado un vacío espiritual. El Taekwon-Do era capaz de compensar ese sentimiento de vacío, decadencia y falta de confianza.
Además, eran tiempos muy violentos, cuando el pueblo sentía la necesidad de dominar un método de protección, la superioridad de la técnica de Taekwon-Do llegó a ser muy reconocida.
Mi estatus social, las ventajas de ser el fundador del Taekwon-Do y mi buena salud, también contribuyeron al rápido crecimiento del Taekwon-Do por todo el mundo.
Mi práctica de las artes marciales hicieron mucho para mejorar la salud que Dios me dio. Nací enfermizo y débil, y mi profesor de caligrafía me incitó a aprender Taekkyon cuando tenía 15 años.
En 1938, pocos días antes de salir de Corea para ir a estudiar a Japón, ocurrió un incidente imprevisto, en el cual fui implicado y por el que mi regreso a Corea me haría correr el riesgo de represalias en mi contra.
Decidí llegar a ser cinturón negro de Karate cuando estaba en Japón.
Pensaba que esas técnicas constituían una protección suficiente contra los que quisieran hacerme daño. No podía regresar a Corea y además, más tarde inicié el movimiento de liberación nacional conocido como el incidente de los soldados estudiantes de Pyongyang. Me pusieron en una prisión militar japonesa durante cierto tiempo.
En enero de 1946, recibí el grado de subteniente en la recién nacida República de Corea y fui destinado al 4º regimiento de infantería de Kwangju, en la provincia de Cholla del sur, como Comandante de compañía.
Empecé a enseñar Karate a mis soldados como medio de entrenamiento físico y mental. Entonces comprendí que teníamos que desarrollar nuestro propio arte marcial nacional, superior en espíritu y técnica al Karate japonés.
Estaba fuertemente convencido de que el hecho de enseñarlo por todo el país, me permitiría realizar la promesa que había hecho a mis tres compañeros, quienes compartieron mi encarcelamiento por causa de los japoneses.
La razón por la cual nuestro pueblo sufre así en las manos de los japoneses, dije yo, es que nuestros antepasados fallaron en dirigirnos con sabiduría. Han explotado al pueblo y, finalmente, perdieron el país ante la dominación extranjera.
Si un día recuperamos nuestra libertad e independencia, no seamos los dirigentes del pueblo. Por el contrario, dediquémonos a aconsejar a quienes gobiernan.
Fue con esa ambición que empecé a desarrollar nuevas técnicas, de manera sistemática, a partir de marzo del mismo año.
Al final de 1954, casi había terminado de crear un nuevo arte marcial para Corea, y el 11 de abril de 1955, éste recibió el nombre de “Taekwon-Do”.
A nivel espiritual, el Taekwon-Do es el resultado de los principios tradicionales, éticos y morales de Oriente, además, claro está, de mi filosofía personal.
Aunque solo mido cinco pies de altura, me enorgullezco por haber vivido en concordancia estricta con mis convicciones morales.
Intenté luchar del lado de la justicia sin ningún temor.
Esto me fue posible gracias a la formidable potencia y al espíritu indomable transmitidos por el Taekwon-Do.
Las técnicas físicas del Taekwon-Do se basan en los principios de la ciencia moderna, en particular de la física de Newton, quien nos enseña el modo de generar máxima potencia.
También fueron incorporadas tácticas militares de ataque y defensa.
Quisiera precisar que, aunque el Karate y el Taek Kyon fueron utilizados como referencia en el curso de mi estudio, las teorías y los principios fundamentales del Taekwon-Do son totalmente diferentes del de las otras artes marciales existentes.
En marzo de 1959, llevé al equipo militar para dar una demostración de Taekwon-Do por el extranjero. Visitamos Vietnam del Sur y Taiwán. Fue el primer viaje de este tipo en la historia de Corea.
En esa ocasión, reiteré mi resolución de dejar mi legado personal al mundo, bajo la forma del Taekwon-Do, y formulé los ideales básicos siguientes para los practicantes:
- Desarrolla una mente recta y un cuerpo fuerte, para darte la confianza, para estar siempre del lado de la justicia.
- Debemos unirnos con todos los hombres en una hermandad de sangre, sin importarnos la religión, raza, nacionalidad o las ideologías.
- Debemos dedicarnos a construir una sociedad pacífica donde la justicia, moralidad, honestidad y el humanismo prevalezcan.
También resolví dedicarme a la difusión mundial del Taekwon-Do, con la sincera esperanza de que ello contribuirá a la unificación de mi dividida madre patria.
Mi estudio del Taekwon-Do fue de dos tipos: disciplina espiritual y perfección técnica. Debido a que el espíritu humano pertenece al reino metafísico, lo que quiero significar al hablar de disciplina espiritual, no es fácil de describir. No se puede tocar, ver o entender el espíritu del hombre.
Es más profundo y ancho que todo lo perceptible.
Con respecto a eso, yo mismo sólo soy un estudiante que participa en un proceso contínuo y nunca termino de estudiar.
Llegué a definir las dimensiones espirituales del Taekwon-Do como el hecho de fusionarse con los ideales del Taekwon-Do y llegar a comprender el sentido completo de las formas del Taekwon-Do.
Si nos consideramos uno con el Taekwon-Do, lo respetaremos tal como respetamos nuestro cuerpo y nunca se empleará el Taekwon-Do de un modo deshonroso.
Los nombres de las Formas provienen de los personajes más famosos que escribieron los casi 5.000 años de la historia coreana. Una comprensión correcta de las formas lleva inevitablemente a apreciar que el Taekwon-Do es un arte marcial que sólo se utiliza para la autodefensa y por la causa de la justicia.
La historia de Corea no contiene ni un ejemplo en el cual sus fuerzas militares hubieran sido empleadas para invadir a su vecino o para un propósito que no sea la defensa nacional.
En el aspecto técnico, he creado una amplia variedad de técnicas que se pueden utilizar en casi todas las situaciones, y que se basan en los siguientes principios:
- Cada movimiento tiene como objetivo producir la potencia máxima de acuerdo con las fórmulas científicas y el principio de energía cinética.
- Los principios detrás de las técnicas tienen que ser tan claros que hasta quienes no conocen el Taekwon-Do, sean capaces de distinguir un movimiento correcto de otro incorrecto.
- La distancia y el ángulo de cada movimiento deben ser exactamente definidos a fin de realizar un ataque o una defensa más eficaz.
- El propósito y el método de cada movimiento tienen que ser sencillos y claros, para facilitar su enseñanza y el proceso de aprendizaje.
- Métodos de enseñanza racionales deben ser desarrollados para que todos, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, puedan gozar de los beneficios del Taekwon-Do.
- Métodos correctos de respiración tienen que ser enseñados, incrementando la velocidad de cada movimiento y reduciendo el cansancio.
- El ataque debe ser posible contra cualquier punto vital del cuerpo, y debe ser posible defenderse contra todas las variedades de ataques.
- Se debe definir cada herramienta de ataque claramente y en función de la estructura del cuerpo humano.
- Cada movimiento debe ser fácil de ejecutar, permitiendo a los estudiantes disfrutar del Taekwon-Do también como un deporte y una recreación.
- Debe darse una consideración especial a la promoción de la salud y a la prevención de lesiones.
- Cada movimiento debe ser armonioso y rítmico para que el Taekwon-Do sea estéticamente agradable.
- Cada movimiento de una forma debe expresar la personalidad y el carácter espiritual del personaje del que tomó su nombre.
La adhesión a estos principios básicos es lo que hace del Taekwon-Do un arte marcial, un arte estético, una ciencia y un deporte.
MIQUI VELASQUEZ FALLA
Amo mucho este bello arte marcial taekwon-do itf, es un arte marcial muy completo es todo sus aspectos, técnico, ropido, fuerte, y muy enteligente un arte marcial que puede competir con cualquier otra disciplina, debería estar en los juegos olímpicos por ser uno de los mejores… Bendiciones