La historia del Taekwon-Do hay que contarla desde el 9 de noviembre de 1918, el día en que nació Choi Hong Hi en Hwa Dae, en el distrito de Myong Chun en la península de Corea.
De salud frágil y temperamento fuerte, a los 15 años comenzó a estudiar caligrafía y Taekkyon, una antigua disciplina coreana que incluye numerosas técnicas de pies y movimientos de manos abiertas.
A los 19 años continuó su formación académica en Japón donde comenzó a practicar Karate Shotokan del cual se graduó de II dan. El fin de la Segunda Guerra Mundial en Asia significó el surgimiento de un movimiento que buscaba devolver el orgullo a un país devastado social, cultural, política y económicamente.
El aspecto militar no era la excepción a esa situación y en enero de 1946 recibió el grado de segundo teniente de las recién creadas fuerzas armadas de la República de Corea e inmediatamente comprendió que debía desarrollar un arte marcial nacional.
Desde marzo de ese mismo año, junto a sus más cercanos colaboradores, comenzó a crear nuevas técnicas de manera sistemática hasta que, al cabo de unos años, se hizo necesario ponerle nombre a este nuevo arte marcial. De esa manera, se sucedieron una tras otra las reuniones del “Comité de Selección de Nombres”, integrado por altos instructores de artes marciales, historiadores y figuras destacadas de la sociedad.
Después de muchos obstáculos y de superar una feroz oposición, finalmente el 11 de abril de 1955 se estableció el nombre de Taekwon-Do para este nuevo arte marcial.
En 2024, 69 años después, la Federación Internacional de Taekwon-Do e innumerables taekwondoínes en todo el mundo, conmemoran la aparición del Taekwon-Do.
El Gran Maestro Paul Weiler, Presidente de la ITF, comentó la importancia de esa fecha: “Recordar el nacimiento de un deporte global como el Taekwon-Do con millones de atletas tiene más que un significado idealista: nos conmueve hasta lo más profundo”.
Como motivación para seleccionar el nombre Taekwon-Do, se ha transmitido que literalmente “Tae”, representa la acción de saltar, golpear o romper con el pie; Kwon representa el puño, pero no sólo la mano cerrada, sino también otros movimientos como golpear y empujar. Finalmente, Do, significa arte o camino, el camino correcto construido y establecido por los Santos y sabios del pasado. “