El evento se celebró en un entorno sereno, en el Mohamad Shatak College de Sholinganallur. La expectación por la llegada de los grandes maestros era palpable, pero el inicio de su viaje no fue nada fácil.
A pesar de los esfuerzos por garantizar una experiencia sin contratiempos, imprevistos ensombrecieron sus primeras horas. Los vuelos sufrieron retrasos considerables y, para agravar la frustración y el estrés, varias maletas se perdieron, lo que supuso un inconveniente.
Tras un breve respiro en el hotel Citadines, nuestro equipo recogió rápidamente a los grandes maestros y los llevó directamente al lugar.
El ambiente cambió rápidamente a medida que los participantes y maestros se reunían, compartían un almuerzo ligero y se preparaban para los eventos del día.
El día comenzó oficialmente con una breve pero emotiva ceremonia de apertura. Tuvimos el honor de dar la bienvenida formal al Decano, al Gran Maestro Paul Weiler, al Gran Maestro Jurek y al Maestro Yogi Chand. Cada distinguido invitado recibió guirnaldas tradicionales y un recuerdo conmemorativo, como símbolo de nuestro respeto y agradecimiento por su presencia.
Tras la ceremonia, comenzaron las tan esperadas sesiones. El Gran Maestro Jurek inauguró magistralmente su segmento con una serie de ejercicios de calentamiento interesantes y divertidos. Esto resultó ser una jugada brillante que animó al instante a los participantes. El alivio era palpable, especialmente considerando el clima cálido y sofocante típico de Chennai, que había dejado a algunos un poco desanimados.
Durante las siguientes cuatro horas, el Gran Maestro Jurek cautivó al público, exhibiendo los sutiles matices de los movimientos básicos que conforman los movimientos fundamentales del arte del Taekwon-Do. Su maestría brilló al descomponer meticulosamente técnicas complejas en componentes comprensibles, brindando valiosas perspectivas a todos los presentes.
La intensa sesión concluyó alrededor de las 18:30. Posteriormente, el comité organizador se reunió para discutir y resolver algunos asuntos logísticos para los próximos días antes de regresar al hotel. Los maestros disfrutaron de una merecida cena en el hotel y finalmente se retiraron a descansar. A pesar de los problemas iniciales del viaje, fue sin duda el final de una jornada emocionante y enriquecedora, que sentó las bases para el resto del evento.
Continuación de un comienzo brillante
La lluvia de la noche anterior había obrado su magia, aliviando el calor persistente y preparando el terreno para un día perfecto de entrenamiento de Taekwon-Do. El aire fresco y la suave luz del sol crearon un ambiente verdaderamente agradable y energizante, ideal tanto para la concentración como para la actividad física.
El Gran Maestro Jurek, con la pasión y precisión que lo caracterizan, dedicó todo el día a guiarnos a través del rico entramado de técnicas de Taekwon-Do. La mañana comenzó con un repaso exhaustivo de las habilidades fundamentales tratadas el día anterior, asegurándose de que todos dominaran las posturas básicas, los bloqueos, los puñetazos y las patadas. Esto sentó las bases para lo que estaba por venir.
El entrenamiento del día se centró principalmente en algunos de los elementos más complejos y exigentes del arte, en concreto, en los intrincados movimientos y secuencias de las formas Chon-Ji, Dan-Gun, Do-San, Won-Hyo, Yul-Gok, Joong-Gun, Toi-Gye, Hwa-Rang y Choong-Moo. El Gran Maestro Jurek desglosó meticulosamente los puntos clave de cada forma, haciendo hincapié en las transiciones desafiantes, la correcta aplicación de la potencia y la armonía entre la respiración y el movimiento. Practicamos cada forma en su totalidad, prestando especial atención a la precisión, el ritmo y la fluidez.
La sesión de la tarde nos llevó a centrarnos en las técnicas de sparring. El Gran Maestro Jurek nos ofreció una introducción completa al sparring de tres, dos y un paso, explicando su importancia para desarrollar la sincronización, el control de la distancia y su aplicación práctica. Comenzamos con ejercicios estructurados de sparring de tres pasos, reforzando las secuencias básicas de ataque y defensa. A medida que avanzamos hacia el sparring de dos pasos, se nos animó a explorar nuestra creatividad, diseñando combinaciones y respuestas únicas que pusieron a prueba tanto nuestra habilidad como nuestra espontaneidad.
Al final del día, no solo profundizamos en nuestra comprensión técnica, sino que también experimentamos el espíritu dinámico y evolutivo del Taekwon-Do bajo la experta guía del Gran Maestro Jurek. El clima agradable, las clases enriquecedoras y el compromiso compartido de todos los participantes hicieron de él una jornada verdaderamente memorable y enriquecedora.
Gran final para un evento maravilloso
El tercer y último día de entrenamiento comenzó con el mismo entusiasmo contagioso que había impregnado las sesiones anteriores. El cansancio persistente de los intensos días anteriores había desaparecido por completo, reemplazado por una energía renovada y un profundo entusiasmo entre los participantes. La emoción ya no se limitaba a superar los límites físicos, sino a la anticipación de aprender los sutiles «trucos del oficio» que nos ayudarían a sobresalir en Taekwon-Do, compartidos directamente por el propio Gran Maestro Jurek.
El enfoque principal del día fue el sparring, con especial énfasis en las técnicas de defensa personal. El Gran Maestro Jurek demostró una variedad de movimientos defensivos prácticos y efectivos, explicando cuidadosamente cada paso y su aplicación. Durante todo el día, nos recordó constantemente un principio fundamental en las artes marciales: que estas técnicas deben usarse con responsabilidad, sin causar daño y solo en situaciones donde no haya otra opción para garantizar la seguridad. Este sólido recordatorio ético reforzó la disciplina y la integridad que son la base de la práctica del Taekwon-Do.
Al finalizar el día, el evento concluyó con una cálida y emotiva ceremonia de clausura. Los participantes recibieron sus certificados y expresaron su gratitud al Gran Maestro Jurek Judut, al Gran Maestro Paul Weiler y al Maestro Yogi Chand por su invaluable guía y sabiduría compartida. También se agradeció sinceramente a los voluntarios que trabajaron incansablemente entre bastidores por sus contribuciones. Se entregaron recuerdos como muestra de agradecimiento y como recuerdos imborrables de la enriquecedora experiencia.
Tras un último almuerzo conjunto, los participantes comenzaron a dispersarse gradualmente, llevando consigo no solo las habilidades y los conocimientos adquiridos, sino también un mayor respeto por el arte y la camaradería forjada durante los últimos días. El seminario dejó a todos inspirados, motivados y con ganas de continuar su trayectoria en el Taekwon-Do con renovada dedicación.





